Los cerca de 9.000 soldados
estadounidenses que desembarcarán en los próximos días en Israel
formarán parte de una misión duradera preparada para un posible ataque.
Mientras, Irán anuncia nuevas pruebas militares en el estrecho de Ormuz.
Israel y Estados Unidos realizarán maniobras militares conjuntas para coordinar sus mecanismos de defensa antimisiles, informa hoy la edición electrónica del diario Haaretz.
Los ejercicios, que serán “pronto”, según
dijo una fuente del Ministerio israelí de Defensa al diario, estaban
planeados desde hace tiempo, y no están relacionados directamente con
las maniobras de Irán en el Estrecho de Ormuz la semana pasada.
Esa es la versión oficial del gobierno israelí, pero otras informaciones realizan otra lectura teniendo en cuenta los últimos movimientos acontecidos en este canal del Golfo Pérsico. Según apunta el portal israelí DEBKAfile, los cerca de 9.000 soldados estadounidenses que desembacarán en los próximos días formarán parte de una misión duradera preparada ante un posible enfrentamiento militar con Irán.
Los ejercicios militares, denominados
“Austere Challenge 12″, están destinados a mejorar los sistemas conjuntos de defensa sobre todo en la lucha contra misiles balísticos. En este sentido, es preciso recordar que las maniobras realizadas esta semana por Irán incluían el lanzamiento de un nuevo tipo de misil de largo alcance con capacidad para llegar a Israel.
Según revela Debkafile, Israel y Washington decidieron anunciar estas maniobras conjuntas durante la pasada noche, antes de que el régimen de Teherán informara hoy de su intención de realizar una serie de ejercicios militares en el estrecho de Ormuz en el mes de febrero.
Las maniobras llevadas a cabo por el
régimen de los ayatolás y el despliegue previsto por EE UU e Israel dan
cuenta del interés de sendos países por aprovisionarse de material
militar y prepararse para pergeñar una estrategia bélica.
La República Islámica ya ha mostrado su
fuerza con las maniobras en Ormuz, uno de los pasos más importantes del
mundo para las exportaciones de petróleo y, por tanto, principal
impedimento de Occidente a un ataque.
Escenario militar y económicoEl
Gobierno de Barack Obama ha dicho varias veces en público que la opción
militar para frenar el programa nuclear iraní no está descartada, pero
Washington dice confiar todavía en la vía democrática. No obstante, todo
apunta a que EE UU ya prepara una intervención.
“El ataque será casi por sorpresa”, asegura a LA GACETA Nazanín Armanina, profesora iraní profesora en la UNED. “EE
UU y sus aliados vieron las movilizaciones contra la guerra de Irak y
no quieren que pase lo mismo”, por eso “como hemos visto en los últimos
meses con el informe de la OIEA, están preparando el escenario”.
“Si bombardean las centrales como se
baraja, no acabarán con la amenaza, sólo retrasarán sus aspiraciones
nucleares”, señala Óscar Elía, analista del GEES. “Tarde o temprano la
comunidad internacional tendrá que elegir entre una intervención militar
o que Irán se haga con la bomba atómica”, señala.
El escenario no es sólo militar, sino también económico. Un conflicto con Irán afectaría directamente al mercado petrolífero mundial. “El barril ascendería a 250 dólares,
lo que provocaría una crisis a nivel mundial”, sobre todo, “con el
mercado libio sin estabilizar”; señala Armanina. Por esta razón, no cree
que la intervención llegue “antes de primavera”, cuando el mercado
libio esté más controlado y disminuya el consumo de petróleo.
Las señales parecen claras. Israel se
muestra decidido, pero falta por ver si Barack Obama, que se enfrentará a
las urnas en noviembre de 2012, decide apoyar a sus aliados para evitar
un Irán nuclear.
Fuente: Chemtrailsevilla
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