17 ene 2012

Las medidas económicas de Rajoy. Por qué deberíamos ahorrarnos los 78.000€ de su sueldo.

Para ser Presidente del Gobierno no hace falta tener conocimientos de Economía. (La frase es demasiado tentadora: ni de Economía ni de específicamente nada). Recordemos cuando, poco antes de convertirse Zapatero en presidente, al entonces secretario de Economía del PSOE se le oyó decirle a ZP acerca del presupuesto alternativo que presentaban: “Lo que tú necesitas saber para esto son dos tardes”. Y ya más recientemente, el tiempo que se pasó dándole a Rajoy clases particulares de economía Luis de Guindos (posteriormente recompensado como Ministro de Economía), hombre ostensiblemente calvo y según todas las fuentes de legendaria paciencia, que tal vez luciera una lustrosa melena antes de empezar con sus clases a Rajoy. En resumen, que nuestros dos últimos presidentes iniciaron su mandato con la L de prácticas en economía en la espalda. Pero claro, en el caso de Rajoy la cosa da más miedo. Porque estamos en mitad del tsunami de la crisis económica con el capitán del barco intentando todavía aclararse si estribor es el lado izquierdo o el derecho de la nave.

Como presidente que es, Rajoy tiene que tomar medidas. Y tal vez porque todavía no se ha aprendido bien la lección de economía, está haciendo lo que le han dicho los alumnos de cursos superiores que hay que hacer. Esos que le habrán contado cómo van las cosas en el colegio, entre ayudando e intimidando. Concretamente, unos alumnos llamados FMI, UE, Nicolás y Angela.
Todos ellos le han
contado a Rajoy lo que tiene que hacer. Y él, como no tiene mucha idea y es nuevo en el colegio, pues hace las cosas que le han dicho los mayores. Y, por supuesto, se preocupa por vendérnoslas. ¿Y qué nos vende exactamente? Nos vende dos cosas:
1) el gran problema de nuestra economía es la deuda pública y hay que reducirla cuanto antes con toda una batería de medidas (hola, recortes; hola, subida de impuestos)
2) hay que conseguir el crecimiento económico por la vía de mejorar la competitividad (hola, reforma laboral; hola, nuevo contrato de trabajo)
¿Qué medidas contra la crisis de deuda ha tomado recientemente el gobierno de Rajoy? (traduzco directamente del alemán).
Subir impuestos para aliviar la deuda pública (recaudo más, tengo más dinero para pagar mis deudas). Y reducir el gasto del Estado por la vía de recortes en todas las Administraciones públicas para rebajar también así la deuda (gasto menos, tengo más dinero para pagar mis deudas).
¿Y qué medidas va a tomar el gobierno de Rajoy para mejorar el empleo y la competitividad? (traduzco nuevamente del alemán).
Pues realizar una reforma laboral, que supuestamente hará que las empresas pierdan el miedo a crear empleo porque podrán despedir más fácilmente y con menor indemnización. Y crear un nuevo contrato que causará una rebaja real en los salarios, lo que hará que el coste de fabricar los productos sea menor, con lo cual supuestamente se podrá exportar más y el país generará crecimiento económico.
En ese paraíso final que nos espera, nos venden que con todas esas medidas las empresas crearán empleo, que llevará a que se incremente el consumo, que hará que se revitalice el crecimiento económico, que hará que el Estado incremente sus ingresos por la vía de impuestos.
Y todos seremos felices y comeremos perdices (suena música entre épica y romántica mientras Rajoy y Merkel caminan abrazados de la cintura hacia un hermoso atardecer).
Hasta aquí, la versión oficial de cómo van a ser los acontecimientos (mensaje patrocinado por el FMI, el BCE y Merkozy).
Y ahora vamos a ver algo con sentido común. Y luego el caso de Estonia.
Empecemos con la aplicación del sentido común (eso de lo que tanto le gusta hablar a Rajoy. Si me dieran un euro cada vez que se le oye decir “Es que es de sentido común”, hace tiempo que habría desbancado a Carlos Slim como el hombre más rico del planeta).
El aumento de impuestos significa que va a haber menos dinero en los bolsillos de las personas. Y la reforma laboral, que va a ser más fácil despedir a gente y con menos indemnización.
Estas dos cosas juntas, ¿qué efecto van a tener sobre el consumo cuando tienes menos dinero para gastar porque te quitan más en la nómina mensual y además sabes que te puedes quedar sin trabajo en cualquier momento por tres euros? ¿Va uno a empezar a gastar más de lo que gastaba hace unos meses? Es decir, ¿van esas medidas a incrementar el consumo?
Pues claro que no. (Querido público, cantemos todos juntos: “Es que es de sentido común”).
El sentido común lo que dice es que vamos a gastar menos. Porque vamos a tener menos dinero en el bolsillo. Y por miedo a que el futuro sea todavía peor.
Y como el consumo decrecerá, las empresas producirán menos (¿para qué producir si la gente no compra?). Como producirán menos, prescindirán de trabajadores.Y se incrementará el paro, con lo cual habrá menos gente en condiciones de consumir.
Se intuye cómo sigue la espiral, ¿verdad?
Y cuando eso pase, ¿de dónde va a sacar el Estado más dinero para pagar la deuda pública, si habrá menos gente trabajando a quien aplicarle el IRPF y menos beneficios empresariales a quienes aplicarles el Impuesto de Sociedades? (Cantemos todos juntos de nuevo: “Es que es de sentido común”).
Pasemos ahora a la mejora del empleo y de la competitividad y veamos el caso de Letonia. ¿Por qué Letonia, ese país famoso por… por… bueno, por algo será famoso que ahora mismo no me viene a la cabeza?
Pues porque esto mismo que dice Rajoy que va a funcionar aquí con el empleo y la competitividad se probó allí hace exactamente 5 años.
Allí, siguiendo las directrices de la Unión Europea y el FMI (vamos, lo mismo que pasa aquí con nosotros), se procedió a hacer lo que va a hacer Rajoy aquí. Se tomaron numerosas medidas para conseguir mejorar la competitividad exterior de los productos letones. ¿Cómo? Pues bajando el precio de exportación de los productos letones mediante la rebaja de los salarios de los trabajadores letones.
Es decir (atención, que esto nos va a sonar muy pronto familiar por aquí, de hecho algunas cosas ya están aquí), facilitando el despido, debilitando a los sindicatos mediante la descentralización de los convenios colectivos, debilitando a los trabajadores con el incremento del desempleo y la reducción de la protección social.
Todo ello para abaratar el coste salarial, bajar el precio de los productos letones y ser competitivos para exportar más. Lo que iba a dar, en el cuento de la lechera, más crecimiento económico.
¿El resultado?
El desempleo se cuadriplicó en 3 años. El PIB bajó en 2 años un 24% (retroceso que es una barbaridad tan grande como decir que Khedira tiene una técnica tan refinada como la de Messi). Y muchos jóvenes emigraron del país buscando trabajo.
Nos venden que no hay alternativas.
Nos venden el FMI, la UE, El Banco Mundial, Merkel y todos los neoliberales que si se aplicaran otras medidas que no fueran estas, nos estaría esperando un paisaje apocalíptico: el abismo más ruinoso, el desastre absoluto, los mayores horrores, las 7 plagas de Egipto, Torrebruno cantando “Tigres, leones, todos quieren ser los campeones”.
Pero hay alternativas fuera de la ortodoxia neoliberal del FMI y de la UE y del diktat alemán.
Grecia está a punto de hundirse pese a que ha hecho todo lo que le han dicho que hiciera (que es básicamente lo mismo que se va a hacer aquí). Irlanda, que también ha hecho todo lo que le han dicho la UE, el FMI y el Banco Mundial (que es básicamente lo mismo que se va a hacer aquí), acabó el año 2011 con un descenso del PIB del -1,9%.
Pero sobre todo, fijémonos en Islandia, país que en 2008 se hundió como ninguno, desoyó todas las amenazas del FMI y se negó a asumir con dinero público las deudas de sus bancos, encausó a los dirigente bancarios y políticos que por acción o inacción dejaron que estallara la crisis financiera y se negó a seguir las directrices económicas que intentaban imponerles desde fuera.
Y hoy Islandia ha acabado 2011 con un incremento del empleo del 2,1%. Y triplicará en 2012 el crecimiento económico medio de la zona euro.
Las recetas neoliberales que vende Rajoy no sirven y, como los ciegos que guían a otro ciego del cuadro de Brueghel, llevan de cabeza al agujero, ya lo han demostrado.
Y ni siquiera son recetas suyas, se las dictan otros.
Con lo cual, si no sabe y ni siquiera decide y lo que nos vende nos lleva a estar peor, ¿de qué sirve tenerlo ahí en medio?
¿No podríamos ahorrarnos los 78.000€ de su sueldo?

Fuente: Niuntitereconcabeza

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