En concreto, un selecto grupo de 20 familias y empresarios controlan cerca del 37,1% del Ibex, pese a que las acciones que poseen equivalen al 12,2% del índice. Para lograr que su poder real triplique al que, en puridad, les corresponde como accionistas, la receta es sencilla: rodearse de accionistas y consejeros afines.
El caso más significativo es el de la familia Botín, que actualmente manda en Santander (y, por extensión, en Banesto, controlado por el banco cántabro) pese a que su participación en la primera entidad financiera española es de menos del 2%. Además, Jaime Botín, hermano de Emilio (presidente de Santander) es accionista y consejero de Bankinter, aunque su influencia en este banco es pareja a su participación (o, incluso, inferior).
El resto de casos tiene apellidos bien conocidos, cuyas fortunas, en muchos casos, datan de varias generaciones. Entre las familias, además de los Botín, destacan los Del Pino, que controlan Ferrovial y además participan en Ebro Puleva, Acerinox, Indra y Banesto (en este último caso, de forma testimonial, aunque tienen un puesto en el consejo); los Benjumea (dueños de Abengoa y con sillones en los consejos de Iberia y BME, donde no son accionistas) y los Koplowitz (que controlan FCC, participan en Acerinox y tienen un puesto de vocal en Iberdrola Renovables).
El listado se completa con las familias Entrecanales, March, Abelló, Villar Mir y Lladó, además de dos extranjeras: Mittal (principales accionistas de ArcelorMittal) y Berlusconi (Telecinco).
Más nombres
Entre los empresarios destacan nombres como los de Amancio Ortega (fundador y máximo accionista de Inditex), Demetrio Carceller (accionista y consejero de varias empresas del Ibex), Florentino Pérez (presente en ACS, que preside, y Abertis), Manuel Jove (fundador de Fadesa y máximo accionista de BBVA) o Luis del Rivero (presidente de Sacyr).Este último es un ejemplo de la importancia de las buenas relaciones entre accionistas: Del Rivero quiere mandar en Repsol YPF (de la que Sacyr es primer accionista) pero, de momento, no puede, por su abierto conflicto con el todavía presidente de la petrolera, Antoni Brufau.
Por último, hay un grupo de familias con escasa o nula presencia accionarial en las empresas del Ibex, pero que son consejeros en varias de ellas por su trayectoria. Es el caso de los Daurella, propietarios de Cobega (principal subsidiaria de Coca Cola en España), que se sientan en los consejos de Banesto y Sabadell; los Álvarez Mezquíriz, dueños de Eulen (líder en España en servicios generales a empresas) y con un puesto en los consejos de BBVA (donde tienen una pequeña participación) y Enagás; y los Revoredo (propietarios de Prosegur), que se sientan en los consejos de Banesto (donde no son accionistas) y Banco Popular, del que controlan el 0,4%.
Fuente: Público
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