La condena al uso de mercenarios enfrenta hoy una fuerte resistencia de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), según el resultado de una votación sobre ese tema en Naciones Unidas.
Esa postura quedó evidenciada durante la decisión en torno a un proyecto de resolución titulado “Utilización de mercenarios como medio de violar los derechos humanos y obstaculizar el ejercicio del derecho de los pueblos a la libre determinación”.
El pronunciamiento tuvo lugar la víspera en la Tercera Comisión de la Asamblea General al analizar una propuesta impulsada por Bolivia, Cuba, El Salvador, Nicaragua y Belarús y que fue adoptada por 118 votos a favor, 52 en contra y cinco abstenciones.
La negativa a denunciar el uso de mercenarios estuvo liderada por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, miembros permanentes del Consejo de Seguridad, más Alemania, Bosnia y Herzegovina y Portugal que hoy ocupan un asiento en ese órgano de 15 asientos.
Como discreto complemento de esa lista aparece la abstención de Colombia, país latinoamericano que forma parte de esa instancia de la ONU hasta finales del año próximo.
Los restantes integrantes del Consejo de Seguridad votaron a favor del documento: Rusia y China (miembros permanentes), más Brasil, Gabón, Líbano, Nigeria, India y Suráfrica.
De los 52 votos en contra de la crítica a los mercenarios, 36 provinieron de países europeos, pertenecientes y no a la Unión Europea.
Por América Latina se registraron 20 sufragios a favor, ninguno opuesto y tres abstenciones (Chile, Colombia y México).
El texto dice que la utilización, reclutamiento, financiación y entrenamiento de mercenarios infringen